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cafetazo en moka

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COMO PREPARAR UN CAFETAZO EN CASA

Hoy en día, todos tenemos una mokka perdida en el armario heredada de nuestros mayores, una prensa francesa en algún lugar de la cocina acumulando polvo y también disponemos de una lista interminable de tiendas online de pequeños y medianos tostadores de cafés de especialidad, a los cuales acudir en busca de diferentes perfiles para que podamos escoger el que más se ajusta a nuestras necesidades.

Si dispones de estas herramientas, sigue la lectura y te enseñaré a preparar un cafetazo en casa, mucho mejor del que te puedan servir en el 99,9% de las cafeterías del tu barrio.

De lo primero que quiero hablar es de lo que NO vamos hacer.

  • NO vamos a calentar el agua junto con el café.
  • NO vamos a prensar el café en el cacillo.
  • NO vamos a tener la tapa siempre cerrada.
  • NO vamos a dejar el café en la cafetera una vez acabada la extracción.
  • NO vamos a utilizar café del MALO.
  • NO vamos a calentar la leche por encima de los 65/70ºC.
Esto parece una tontería, pero si no tenemos en cuenta todas estas cosas, se nos podría arruinar nuestra bebida.

1- Lo primero que haremos será poner agua a hervir, ya sea en la parte inferior de nuestra mokka (la utilizamos de recipiente únicamente) o en un cazo aparte. 

Se que al hacer esto nos obliga a estar un poco más encima de esa elaboración a diferencia que si lo dejamos todo junto con el café ya cargado y cerrado. Pero piensa ahora en ese recipiente con el café calentándose. Al principio cuando el agua está fría no pasa nada, pero a medida que el agua se va calentando, nuestro café también lo hace y cuando el agua llega a los 65ºC por ejemplo, el agua todavía no está hirviendo pero en cambio el café ya se está quemando, de igual modo que a 70ºC, 80ºC, 90ºC…. para cuando empiece a hervir el agua de la mokka, el café ya está para tirar.

2- Mientras el agua va haciendo de las suyas, aprovecharemos para ir rellenando el cacillo de la mokka, con nuestro increíble cafetazo. Recuerda, no es necesario prensar el café, si la molienda que tenemos es adecuada para la mokka, con rellenarlo y luego pasarle un cuchillo, una pala o cualquier objeto que nos sea útil para retirar el sobrante, será suficiente. 

Si hemos acabado y el agua todavía no está a punto, no hace falta que estés como un pasmarote con el cacillo cargado en la mano, déjalo apoyado entre el pico de la parte superior de la mokka y el pitorro del medio por el cual sale el café.

3- Una vez tenemos el agua hirviendo, colocamos el cacillo con el café en la parte inferior, y con la parte superior le daremos media vuelta simplemente para que se sujete. Una vez tenemos ambas partes sujetas, levantaremos la mokka por la parte superior, y con un trapito cogeremos la parte inferior y la acabaremos de cerrar para que pueda empezar con la extracción.

No olvides dejar la tapa abierta!

4- Justo en el momento que empiece hacer mucho ruido, escupir el café de una manera muy loka y empieza a ensuciarse nuestra cocina como nunca antes, ese será justo el momento para bajar la tapa y apartar nuestra mokka del fuego para que con el mismo calor acabe de hacer su trabajo. 

Gracias a que el agua ya la teníamos caliente, verás que el tiempo que ha estado en contacto el café con el agua a temperatura de ebullición es mínimo. Es decir, que enseguida está hecho el café.

5- El café ya está listo, y ahora qué? Pues bien tienes varias opciones; la primera es decantar el café a las tazas o vasos que vas a utilizar y listo, otra opción sería decantarlo a una jarra para después servir más cómodamente, pero si lo que quieres es dejarlo en la misma cafetera, en cuanto la saques del fuego, rápidamente ponla debajo del grifo para enfriar ese recipiente y no siga aportando calor a nuestro café y por consiguiente, no siga quemando nuestro fabuloso brebaje.

Ahora mismo tienes un cafetazo entre manos, una casa ambientada con el dulce aroma a café del bueno y la satisfacción personal de haber hecho algo como es debido. Si te gusta el café solo o largo (le añadimos un poco de agua tibia) ya lo tendríamos. 

Pero si a ti lo que te gusta es el LATTE, sigue leyendo!

6- Cogemos la Prensa Francesa y sin el émbolo (la parte superior que se desmonta) le añadimos la leche por la mitad más o menos. (si ponemos muy poca, no saldrá bien del todo, y si ponemos mucha, corremos el riesgo de que sobresalga y acabemos derramando la leche por el mostrador de la cocina) Una vez tenemos la medida pillada, la calentamos; al micro o en un cazo para luego nuevamente pasarla a la Prensa.

Sobre todo, la leche tiene una particularidad, si la calentamos mucho, la cadena de azúcares se rompe y la leche se estropea. Es decir, pierde dulzor, pierde cremosidad, y lo peor de todo es que puede ser dañina para nuestro estómago.

7- Una vez tenemos la leche caliente, insertamos el émbolo en nuestra Prensa Francesa y agitamos de arriba/abajo de manera más bien brusca 3-4 veces.

Lo que queremos hacer con este ejercicio es añadir aire a nuestra leche.

8- Seguidamente y ahora de manera continuada, agitamos con el émbolo la leche desde el fondo del recipiente y sin sobrepasar la parte superior para no aportar más aire, mezclamos bien ese aire que le habíamos añadimos al principio y así poder crear de esta manera lo que conocemos como la crema de leche tan rica y deseada.

Esto lo haremos ininterrumpidamente durante unos 40-50 segundos. Luego retiraremos el émbolo, suavemente le daremos unos leves giros a la leche para mezclar bien la bebida y volià!

Ha llegado el momento de disfrutar de ese fantástico Latte que hará que tus mañanas tengan un sabor mucho más lindo y sean menos mañanas!

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